Me gustaba esa sensación de cotidianidad que representaba para mi acompañar a mi hermano a vender la cal. Yo tenía 12 años, e iba de ayudante.
De las antiguas caleras de mi pueblo, mi padre extraía la roca caliza que posteriormente calcinaba en sus hornos y vendía a distintos puntos de la provincia de Huelva. Uno de estos puntos fue escenario de mi vida.
Para la Compañía, para la Tharsis Sulphur and Copper Co. Ltd., preparábamos cada 8 o 10 días 3 hornos de cal completos, cal que debíamos ir a entregar durante 3 días seguidos a las Minas de Tharsis. Hora y media separaba El Calerín de las minas, y en nuestro camión, recorríamos el camino cargados de cal. La cal se vendía al encargado de la Mina del Oro. En Filón sur, cerca de las tolvas de las máquinas, entrando por un callejoncito, nos esperaba el director administrativo D. Juan Potts. Descargábamos la cal y volvíamos a casa.
Los primeros kilómetros que separan Tharsis de Alosno, marcaron mi vida. De camino a casa, en pequeños grupos, los mineros de Alosno, volvían vencidos, tiznados y meciendo sus focos1 de la mina. Al grito de “el camión de la cal”, mi hermano se detenía, y los grupos que estuvieran cerca, subían al camión. Así, sucesivas veces hasta llegar a Alosno.
“Aquello ya se aburrió”. La mina cerró y del calerín de Bonares se conservan los huecos de los hornos.
De vuelta al presente, me había ido demasiado lejos, no en espacio pero sí en tiempo, buscando ese recuerdo. Ahora sé que siempre lo he tenido cerca. Ahí, como a contraluz, estaba en Tharsis. De vuelta a casa de mi visita a las minas, fui recogiéndolos, uno a uno, como solíamos hacer, ahora sin el camión de la cal, ahora sin ellos. Ese día, volví a vivir uno de los recuerdos preciados de mi vida. Los mineros de Alosno siguen acompañando mis caminos, su tesón está en este recuerdo.
Hay historias que permanecen.
Memorias de Leonardo Carrasco. Relatos de la industria. ©Eiffel Lab. 2015. Foto: Tramo de carretera de Tharsis a Alosno, 2015.
1 En las Minas de Tharsis, al igual que en otras minas del sudoeste europeo, la lámpara de carburo tradicional minera es conocida como foco o foco de la mina.